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miércoles, 27 de abril de 2011

Influencia del entorno.

Hoy en día, en el primer mundo, todas las personas nacen, crecen, se desarrollan y se desenvuelven en un entorno basado en estereotipos. Todos debemos estar perfectos, todos copias unos de otros para así no tener que preocuparnos de lo que piensen de nosotros/as, porque, al fin y al cabo, si todos somos iguales, a todo el mundo les gustaremos. El mayor y principal problema lo tienen las personas que son distintas, que llamamos raras, que les importa lo que piense el resto pero no son como ellos. Esas personas suelen sentirse extrañamente excluidas porque se identifican en parte con los estereotipos, pero solo en parte. Generalmente se las excluye y se mira mal y esto puede derivar en depresiones y graves enfermedades psicológicas.

Mi opinión personal es que las personas que se preocupan hasta el punto de cambiar su estado de ánimo son personas que deberían buscar apoyo en alguien que no sé preocupe por lo que parezcas ni por tu forma de ser, sino por quién eres. La gente no debería vivir en un estado permanente de preocupación acerca de lo que tu entorno pueda pensar. Si te importa lo que piensa alguien, es porque esa persona te importa. A nadie debería importarle una persona que pueda pensar mal de ti.



Pablo Domínguez Balbás

Nada más lejos de la realidad.

Este es un texto de un forero el cual me ha impactado bastante. Espero que os guste.

(Autor: Wompi.)

A mi me preocupa la verdad. La verdad de lo que siento y de lo que pienso. Y la felicidad que se deriva de ello. Pero la verdad es escurridiza y por desgracia puede que sea inalcanzable, múltiple o puede que seamos incapaces de conocerla. Yo admiro la ciencia. Pretendo que mi mentalidad sea científica. Me gusta pensar que hay una verdad objetiva. No sé, pero todo esto es muy difícil. Por eso pretendo que mi mente siempre esté abierta y limpia para encontrar cachitos de verdad. Conociendo distintas personas, culturas o lugares, veo que las personas hemos encontrado muchas formas de vivir que parecen verdaderas. Y mi forma de pensar no sirve para muchas de ellas.

La iglesia católica es universal. O debe serlo. La idea de un club con normas que tomas o dejas no parecería muy adecuada en este caso. Entonces no podría ser universal; sería lógicamente imposible. Por tanto la iglesia católica debería buscar la forma de ser pastora de todas las ovejas y no sólo de las que responden a un prototipo. Es una forma muy simple de abordar el tema: blanco o negro. Sin embargo, la vida es en color. Es una forma reduccionista de abordar un tema muy complejo. Y su argumento lleva a cometer injusticias con los que no somos blancos o negros.

Yo pertenezco a esa minoría. Ni soy estupendo, ni me tienen que hacer la pelota, ni me siento una víctima, ni me voy a descojonar el día del juicio final. Tampoco pretendo que se edulcore ningún pensamiento para mi colectivo tan progresista y tan políticamente ambicionado. Solo busco la verdad. Y mi camino. Solo por ahí soy útil a mí y a los demás. Y moriré pensando que he hecho algo bueno. Y busco la justicia, como cualquier otra persona.


Pablo Domínguez Balbás