Hoy en día, en el primer mundo, todas las personas nacen, crecen, se desarrollan y se desenvuelven en un entorno basado en estereotipos. Todos debemos estar perfectos, todos copias unos de otros para así no tener que preocuparnos de lo que piensen de nosotros/as, porque, al fin y al cabo, si todos somos iguales, a todo el mundo les gustaremos. El mayor y principal problema lo tienen las personas que son distintas, que llamamos raras, que les importa lo que piense el resto pero no son como ellos. Esas personas suelen sentirse extrañamente excluidas porque se identifican en parte con los estereotipos, pero solo en parte. Generalmente se las excluye y se mira mal y esto puede derivar en depresiones y graves enfermedades psicológicas.
Mi opinión personal es que las personas que se preocupan hasta el punto de cambiar su estado de ánimo son personas que deberían buscar apoyo en alguien que no sé preocupe por lo que parezcas ni por tu forma de ser, sino por quién eres. La gente no debería vivir en un estado permanente de preocupación acerca de lo que tu entorno pueda pensar. Si te importa lo que piensa alguien, es porque esa persona te importa. A nadie debería importarle una persona que pueda pensar mal de ti.
Pablo Domínguez Balbás
No hay comentarios:
Publicar un comentario