(Autor: Wompi.)
A mi me preocupa la verdad. La verdad de lo que siento y de lo que pienso. Y la felicidad que se deriva de ello. Pero la verdad es escurridiza y por desgracia puede que sea inalcanzable, múltiple o puede que seamos incapaces de conocerla. Yo admiro la ciencia. Pretendo que mi mentalidad sea científica. Me gusta pensar que hay una verdad objetiva. No sé, pero todo esto es muy difícil. Por eso pretendo que mi mente siempre esté abierta y limpia para encontrar cachitos de verdad. Conociendo distintas personas, culturas o lugares, veo que las personas hemos encontrado muchas formas de vivir que parecen verdaderas. Y mi forma de pensar no sirve para muchas de ellas.
La iglesia católica es universal. O debe serlo. La idea de un club con normas que tomas o dejas no parecería muy adecuada en este caso. Entonces no podría ser universal; sería lógicamente imposible. Por tanto la iglesia católica debería buscar la forma de ser pastora de todas las ovejas y no sólo de las que responden a un prototipo. Es una forma muy simple de abordar el tema: blanco o negro. Sin embargo, la vida es en color. Es una forma reduccionista de abordar un tema muy complejo. Y su argumento lleva a cometer injusticias con los que no somos blancos o negros.
Yo pertenezco a esa minoría. Ni soy estupendo, ni me tienen que hacer la pelota, ni me siento una víctima, ni me voy a descojonar el día del juicio final. Tampoco pretendo que se edulcore ningún pensamiento para mi colectivo tan progresista y tan políticamente ambicionado. Solo busco la verdad. Y mi camino. Solo por ahí soy útil a mí y a los demás. Y moriré pensando que he hecho algo bueno. Y busco la justicia, como cualquier otra persona.
Pablo Domínguez Balbás
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