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jueves, 21 de octubre de 2010

¡Qué fácil es deportar a un discapacitado mental!

Un ciudadano estadounidense discapacitado mental y de origen puertorriqueño ha demandado al gobierno de Barack Obama por deportar a México y obligarlo a vivir durante cuatro meses en calles refugios y prisiones de ése y otros países.
Sus defensores dicen que su caso, aunque extremo, es apenas uno de los muchos causados por el disfuncional sistema de inmigraciones del país.

La demanda se presentó el día 13 en nombre del ciudadano estadounidense Mark Lyttle y fue hecha por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y sus filiales de los estados de Georgia y Carolina del Norte, en tribunales federales de los mismos.


Según un informe de la ACLU y Human Rights Watch (HRW) presentado en julio, las personas con discapacidades mentales corren un riesgo mayor de ser deportadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), porque los tribunales no garantizan audiencias justas para los que no pueden representarse a sí mismos. Las organizaciones urgieron al Congreso a aprobar una legislación que exija la designación de abogados para los discapacitados mentales en tribunales dedicados a temas inmigratorios.

De los 57000 inmigrantes detenidos que fueron deportados en 2008, el 15% padecía alguna discapacidad mental.

Según la investigación, los discapacitados mentales no sólo son arrestados y deportados sin ninguna garantía, sino que también se les detiene como medida de rutina mientras transcurren sus audiencias.

La ACLU señaló que Mark Lyttle se enfrentó por primera vez con las autoridades inmigratorias cuando iba a ser liberado de una cárcel en Carolina del Norte donde cumplió una condena breve por tocarle el trasero a una empleada del albergue para enfermos psiquiátricos.

La ACLU sostiene que a Lyttle le dejaron solo y sin un centavo en México, donde fue deportado a Honduras donde fue encarcelado y algunos guardias lo amenazaron con dispararle; los funcionarios hondureños lo enviaron a Guatemala donde llegó a la embajada de Estados Unidos, donde contactó con uno de sus hermanos que le dio dinero para coger un avión a Atlanta.

Durante estos cuatro meses, Lyttle no pudo tomar medicamentos, necesarios para tratar su enfermedad mental, por lo experimentó ciclos de actividad maniaca y depresiva.



Ahora vive en Griffin, Georgia, donde está medicado y en recuperación.
El gobierno de Obama anunció que el último año se deportó a más de 392.000 inmigrantes indocumentados( cifra récord).

Entrada publicada por Jesús Rey Luengo y Carlos Marín Pérez

Fuente: IPS

1 comentario:

  1. Me parece un buen trabajo ya que cuenta una realidad en el mundo que no solo ocurre en America si no en diversas partes del mundo.Buen trabajo.

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