En la región de Darfur ( Sudán) ha habido una serie de violaciones a mujeres desde el inicio de la guerra civil en 2003 que han sido tomadas como adulterio de las mujeres. La no gubernamental Alianza 149 lleva adelante una campaña para reformar la norma que confunde ese delito con el de adulterio.
El artículo del Código Penal define la violación como "zina", la relación sexual entre un hombre y una mujer que no están casados entre sí, pero sin consentimiento.
Además la ley obliga a la mujer a presentar cuatro testigos varones para probar que fue "sin consentimiento". Si ella denuncia una violación y no puede presentar esas pruebas, la acusarán de adulterio y será castigada con 100 latigazos, si es soltera, o lapidada, si está casada.
El Código Penal sudanés está basado sobre la shariá (ley islámica), pero el problema es que el no distingue entre zina y violación, y eso es malo y anti islámico.
Los problemas en esa región, reino independiente anexionado por Sudán en 1917, comenzaron en la década de 1970 como una disputa por tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros.
Ese conflicto derivó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias Janjaweed ("jinetes a caballo").
Los Janjaweed, apoyados por Jartum, son acusados de llevar adelante una campaña de limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldan a las organizaciones guerrilleras.
Los combatientes son considerados responsables de la muerte de 300.000 personas y del desplazamiento de dos millones más.
La Alianza sugiere adoptar el derecho humanitario internacional para abordar las necesidades de las víctimas de Darfur.
Las mujeres viven con el permanente temor de ser violadas y expulsadas de sus comunidades. Muchas deben abandonar sus hogares y se van a campamentos montados por el gobierno. Algunas permanecen allí durante años.
El Acuerdo Integral de Paz requiere una reforma legal para ajustarse a los estándares internacionales de derechos humanos, según la Alianza.
La Alianza 149 está atrayendo la atención de los legisladores. Cuando lanzó la campaña, en enero, reunió a funcionarios del Ministerio del Asuntos del Interior, de la policía, parlamentarios y representantes de partidos políticos.
Además la ley obliga a la mujer a presentar cuatro testigos varones para probar que fue "sin consentimiento". Si ella denuncia una violación y no puede presentar esas pruebas, la acusarán de adulterio y será castigada con 100 latigazos, si es soltera, o lapidada, si está casada.
El Código Penal sudanés está basado sobre la shariá (ley islámica), pero el problema es que el no distingue entre zina y violación, y eso es malo y anti islámico.
Los problemas en esa región, reino independiente anexionado por Sudán en 1917, comenzaron en la década de 1970 como una disputa por tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros.
Ese conflicto derivó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias Janjaweed ("jinetes a caballo").
Los Janjaweed, apoyados por Jartum, son acusados de llevar adelante una campaña de limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldan a las organizaciones guerrilleras.
Los combatientes son considerados responsables de la muerte de 300.000 personas y del desplazamiento de dos millones más.
La Alianza sugiere adoptar el derecho humanitario internacional para abordar las necesidades de las víctimas de Darfur.
Las mujeres viven con el permanente temor de ser violadas y expulsadas de sus comunidades. Muchas deben abandonar sus hogares y se van a campamentos montados por el gobierno. Algunas permanecen allí durante años.
El Acuerdo Integral de Paz requiere una reforma legal para ajustarse a los estándares internacionales de derechos humanos, según la Alianza.
La Alianza 149 está atrayendo la atención de los legisladores. Cuando lanzó la campaña, en enero, reunió a funcionarios del Ministerio del Asuntos del Interior, de la policía, parlamentarios y representantes de partidos políticos.
Entrada publicada por Carlos Marín Pérez y Jesús Rey Luengo
Fuente: IPS
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