Mi vida no sería nada sin ellas, las personas que me hacen reir, llorar y emocionarme constantemente. Ellas son una parte de mí, y sin ellas, no sería nadie. Con esto quiero dirigirme a las madres, que aunque algunos lleguemos a pensar que puedan ser algunas veces pesadas o nos lo hagan pasar mal, nunca lo hacen con mala intención, siempre es por nuestra educación. Yo en especial, hay veces que me enfado con ella. Pero cuando uno reflexiona por todo lo que hacen, han hecho, y van a hacer por tí, te das cuenta del error que estás cometiendo. Yo sé que siempre estará conmigo, en lo bueno y en lo malo.
Mis tías también son un pilar fundamental de mi día a día. Son ellas con las que puedo hablar y puedo contarles mis problemas y alegrías, que siempre van a ayudarme con todo y nunca me dejarían de lado.
También quiero señalar a mis abuelas, ambas viudas, que pasan por una etapa dificil de su vida. Siempre te van a querer y agradecer el mínimo gesto que hagas por ellas, por eso, merece la pena tenerlas y no perderlas nunca.
Por último es importante mencionar a mis profesoras, personas que son muy luchadoras y con su esfuerzo y dedicación me ayudan en mi aprendizaje.
Por todo, gracias
ALBERTO ORTIZ BRAVO
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