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viernes, 5 de noviembre de 2010

Son estos los versos escritos por un poeta que pretende poner su granito de arena en la lucha contra la violencia de género.

¿Qué tal estás hoy, querida?,
me preguntas pareciendo arrepentido.
Sé que lo de anoche no olvidas,
mas perdóname, sólo eso te pido.

Con unas palabras sabiamente escogidas,
un precioso collar a juego con su vestido
y un hermoso ramo de rosas sin espinas,
mi perdón siempre has conseguido.

No volverá a ocurrir más, princesa mía.
No podía controlarme, estaba bebido.
Esa promesa siempre es incumplida...
Me dices: Esta vez va en serio, cariño.

No soy tonta, sé que es mentira.
Has intentado matarme, mas yo he sobrevivido.
Inocente, te di siempre lo que me pedías:
te perdonaba todo y tu daño echaba al olvido.

Siempre diciendo que nunca más ocurriría,
y siempre vuelve a ocurrir, y cada vez más seguido.
Pero te aseguro que hoy ya ha llegado el día:
la última vez que me tocas esta ha sido.

Por fortuna me atreví a hacer caso de mi amiga,
que me dijo que por todo lo que yo he sufrido
te puedo hacer pagar. Eran palabras demasiado bonitas
pero en poco tiempo ya me había convencido.

Ahora sé que esas palabras no son una utopía,
sino una realidad que por fin se ha cumplido.
Ahora, con ayuda del Juez y de la Policía,
por muchos años en la cárcel te verás recluido.

El tiempo curará muchas de tus heridas.
Con esfuerzo olvidaré el pasado no vivido
y junto a un buen hombre empezaré una nueva vida,
lejos de los malos tratos que sufrí contigo.

Sabré al fin lo que es sentirse querida;
lo que es vivir sin miedo, sin peligro;
lo que es poder volver a estar con mi familia;
lo que es criar con libertad a mis hijos;

lo que es hablarles con bondad y no con riñas,
con buenas palabras siempre y no con gritos;
lo que es no sentirse sola, cual a tu lado solía;
lo que es, en fin, poder sentirme viva,
pues lejos de ti por fin yo vivo.

Esther Sánchez y Almu Gómez.

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