Diciembre de 1997, Ana Orantes da testimonio de la situación de malos tratos que estaba sufriendo en un programa de la televisión andaluza. Cuando regresó a su casa, su marido le roció con gasolina y la quemó viva en venganza de sus declaraciones. Aunque Ana había denunciado ante el juez que era víctima de malos tratos, éste había determinado el derecho del marido a continuar viviendo en la misma casa. Cuando Ana Orantes fue asesinada, los medios de comunicación reaccionaron ampliamente en la información del caso.
La muerte de Ana Orantes a finales del 97 hace que el problema de la violencia doméstica tanto tiempo denunciado y con poco eco pase a ocupar las primeras páginas de los grandes periódicos y ocupe las portadas de los medios.
Fuente:
NodoEntrada publicada por Jesús Rey Luengo y Carlos Marín Pérez.
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