¿Sabéis qué? Nunca sabes cuando empieza.
Nunca te das cuenta de cuando fue el primer enfado, de qué es lo primero que falló. Se produce de una manera tal sutil... que ni siquiera puedes percatarte de ello. Nunca te das cuenta. No sin ayuda.
Sólo recuerdas cómo termina; nunca termina bien.
Esto lo digo simplemente por una cosa. Esas personas no saben salir de ello. Por mucho que le digáis "Sabes que lo pasas mal, no te quiere, no eres feliz..." y por mucho que lo intentéis, no conseguiréis que esa persona entre en razón por las buenas.
Por eso, nunca digáis el típico "Yo eso no lo aguantaría", o "¿Por qué no lo deja? Sufre por que quiere"... Porque eso no es así.
Estad atentos, porque cualquiera de vuestros familiares, amig@s o conocid@s más cercanos puede estar pasando por esto. No dejes que les hagan daño. No dejes que los maltraten. Poned remedio, no les dejéis solos. Os necesitan.
¡¡AYÚDALOS!!!
Por Tamara Ceberino.
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