La actitud que ha tomado el gobierno francés con la población gitana de nacionalidad rumana me parece injusta.
Según la directiva sobre la circulación de personas de la Unión Europea, cualquier residente de la misma puede moverse libremente por los estados miembros. Cualquier ciudadano de la UE puede residir como máximo tres meses en un país vecino a menos que tenga un contrato de trabajo o esté estudiando. Todo esto es sin depender de su raza, religión, etc.
Según los criterios de expulsión de inmigrantes, si una persona extranjera incurre en una de estas causas, se le expulsará a su país de origen, siempre que haya sido estudiado su caso antes.
Por tanto, lo que ha hecho Nicolás Sarkozy, en mi opinión es de carácter racista, porque ha expulsado un gran número de personas sin analizar sin aterioridad los casos particulares y dándole prioridad a los gitanos rumanos y búlgaros.
Este es un colectivo pobre que no ha infringido ninguna norma que motive la expulsión de un país.
REALIZADO POR: ALBERTO ORTIZ BRAVO
FUENTE: PERÍODICOS EL MUNDO Y EL PAÍS
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